Travesía

En medio del mar una botella cabecea golpeando las costillas de mi barca.

domingo, diciembre 25, 2005

Saludo al Maestro "Polo Salinas"

FALLECIMIENTO
HÉCTOR “POLO” SALINAS SOTO

Tenemos el sentimiento de comunicar el fallecimiento de nuestro querido socio Héctor “Polo” Salinas, quien dejó de existir ayer lunes 19 de diciembre, a la edad de 66 años.

El autor, compositor, intérprete y poeta Héctor “Polo” Salinas fue uno de los iniciadores de la Nueva Ola Chilena. Formó parte de bandas de rock desde fines de los años ’50 cuando comenzó como integrante de Los Ramblers, luego siguió con Los Hilos entre los años ’65 al ’70, Gerónimo en la década de los ’80, Morlock de los ’90 y Los Lentes Negros a fines de los años ’90. Sus poesías han sido publicados en diversas revistas de arte con el seudónimo Paul de Salle, y en el año 2004 publicó su primer libro de cuentos y poemas, “Desde el fondo del pozo”.

"La lluvia cae, cae
son mil recuerdos de ti
y mientras siento caer sus gotas
un poema a tus labios creo en ellas oir".

(Quizá su tema más conocido en el repertorio de Los Ramblers).

Conocí al Polo Salinas por el año 1964 cuando, como vecino del Barrio Bellavista , entonces muy tranquilo y sin la vida nocturna de hoy, se ofreció para hacer clases de guitarra a un grupo de jóvenes del barrio que se agregaban a la inarrestable fiebre de la guitarra acústica . Yo fuí invitado por mi tío-chico Oscarín y desde el barrio Brasil me sumé al grupo con mi primera guitarra, un reciente regalo de mi padre.
Polo nos dedicó buenas horas de compartir amistad y aprender el manejo del instrumento. Siempre guardo la impresión que me causaba su manera de pulsar, con sonido pleno y envolvente gracia, su guitarra de sonoridad mas bien grave. Eso y su voz agradable eran una invitación al mundo de la música.

Seguimos todos las clases una vez por semana cubriendo un repertorio que, en base a algunos modelos, fué pasando por los temas en boga en esos años desde el nacimiento del rock.

Ya, entonces, me presentaba en las radios de busca talentos como cantante solista y mi pasión me llevaba a buscar en las disquerías temas para interpretar y estaba con una percepción tan aguda, dada tambien por la necesidad y el breve tiempo que me dejaba disponer el vendedor, que memorizaba rápidamente cualquier tema.
Creo haber sido un alumno inquieto que le preguntaba por los acordes de canciones extrañas. Afortunadamente parecían coincidir nuestros gustos musicales porque Polo enfrentaba estas peticiones como si nada y me satisfacía dándome o descubriendo ahí las claves armónicas de temas no obvios.
De ellas recuerdo "Il nostro Concerto" de Umberto Vindi, tema difícil por su desarrollada armonía que se presentó en el Festival de San Remo por esos años. Otros que me causaban admiración y cierto estremecimiento eran "Okey Corral", "María" del musical West Side Story, "Nathaly" de Gilbert Becaud y tantos otros.

Corrían los años de vuelcos musicales y Polo supo entusiasmarnos también con la bella zamba argentina: "La Nochera" ,que para mi significó una puerta mágica por donde se amarraron mis más profundas inquietudes musicales.
Desde entonces ese mundo de lenguaje más arraigado y más nuestro se convirtió en el mío y está siempre en la base de mis posteriores experiencias como músico de Valdivia , como músico de Inti Illimani y en mis trabajos de creador solista.
Mis agradecimientos al Polo Salinas por sus ventanas de sonidos y su río de canciones y esperanzas.

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