Travesía

En medio del mar una botella cabecea golpeando las costillas de mi barca.

lunes, diciembre 26, 2005

Victor Jara en la Peña de los Parra

Aquella, mi primera vez como espectador y auditor de la Peña de los Parra, Víctor Jara fue quién más me impactó.Sea por sus cualidades naturales o por su formación musical y teatral, su presentación estaba matizada con muchos pequeños elementos. Había en ello conducción dramática que conquistaba la atención transportando al público a canciones de diferentes humores y venas, sin que faltara la voz de Víctor tomando un tono campesino, contar historias o mostrando actitudes ladinas. La simpatía que despertaba era inmediata, la convicción, también, al cantar canciones inspiradas en la vida del campo que él conoció como hijo de inquilino y al jugar con cosas divertidas como el contenido de la polca "La Beata", enferma de mal de amor por un cura.
(Un hecho como este en Italia puede ser lo más común, pero en Chile al poco andar se hizo escándalo desde los púlpitos más conservadores logrando la censura radial para dicha canción.)
Posteriormente y cuando a fines del 1971 Inti Illimani me invita a integrarme al conjunto tendré oportunidad de ver a Víctor con frecuencia. La situación de verlo asomándose al quicio de la puerta de nuestro lugar de ensayo, como sin querer interrumpir, haciéndose el chiquitito, dará pié a un intercambio de visiones respecto de este quehacer que el maestro Victor y el grupo realizan en ese momento, independientemente.
Podía ser que se quedara escuchando quizá algún tema indígena andino que estábamos arreglando, pidiendo con gestos que continuáramos con la ejecución y que respetáramos su invisibilidad, y al final dijera algo elogioso de sincera admiración respecto de la belleza del resultado de lo que estábamos haciendo.
Su estímulo decidido y su entusiasmo nos transmitía la posibilidad de crecer mas y mas con los elementos folclóricos, descubriendo en ese camino nuevos instrumentos antiguos, inéditas sonoridades y combinaciones de sonidos que fueran conformando un resultado sonoro distinto y por fin la creación de una orquesta de sonido latinoamericano.
Había sucedido así ese año 71 cuando de regreso de la primera gira por América Latina el Inti desde Colombia trajo un Tiple. Este era un tipo de guitarra de cuatro unidades de tres cuerdas metálicas cada una, que se usa en algunos estilos populares, seguramente originada durante la colonia y posiblemente sobrevivida aquí en el continente y desaparecida en España. La impresión que recibió el grupo de parte de los amigos colombianos fué que el Tiple estaba casi en extinción.
Al verlo y escucharlo, ejecutado por Salinas quien por parecido intentó módulos de guitarrón chileno, Victor quiso usarlo inmediatamente en un tema instrumental que compuso a petición de la TV para servir de cortina musical entre programas, se trata del tema "Charagua". Desde entonces el Tiple pasó a ser un instrumento infaltable de los grupos de Nueva canción.

La colaboración mas larga y cercana que tuve con Victor Jara fue en ocasión del montaje de la Obra "La Población"que él grabó y presentó con la interpretación de dos actores y con el grupo "Huamarí" y el grupo femenino "Cantamaranto". Para ello Victor organizó al grupo femenino con seis jóvenes muchachas estudiantes y militantes de la Juventud comunista. El trabajo consistió en montar un repertorio de canciones latinoamericanas con que el grupo naciera a la vida artística y además en prepararlas para intervenir cantando en la obra.
Mi rol fué de apoyo en la ejecución de instrumentos para que las muchachas se acompañaran con guitarras, charango, kenas y percusión. Consistió en practicar ritmos y buscar funciones distintas a los instrumentos.
En esas sesiones de ensayos pude percibir el modo de trabajo de Víctor. Imponía disciplina, concentración y una seriedad en buena onda que permitía naturales quiebres de jocosidad.
Hacía cantar la melodía a una de las niñas mientras él en murmullos iba intentando crear una segunda voz. Esta nunca era paralela, ni evidente, generalmente la hacia evolucionar en movimientos contrapuestos y generalmente lo lograba con belleza, como si la segunda voz fuera independiente y melódicamente valiese de por sí.
Hasta ahí todo bien; el asunto se complicaba cuando agregaba una tercera voz y corría el riesgo de producir "choques" por cercanía de notas. Aunque demorábamos un poco en descubrir el conflicto, e internamente, creo, ambos lamentábamos nuestra falencia teórica, este método natural y empírico también resultaba.
Esta vivencia me llamaba mucho la atención porque no era lejana la situación que Víctor había vivido con el grupo "Quilapayun"que dirigió por tres años y que en sus manos había iniciado un sonido de arreglos vocales novedosos para el medio latinoamericano.
Es de suponer que la experiencia coral de Víctor en el Coro de la Universidad de Chile y su paso anterior por el Seminario donde practicaban canto gregoriano, mas su gusto por lo inevitable en aquellos años que era el sonido de los Beatles, lo llevaba a aventurarse a juegos de disonancias vocales y a caminar una senda experimental que se materializó con éxito en muchas de sus colaboraciones con grupos musicales, entre ellas con el Quila.
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Música en la Memoria Cd Inti +Quila

Inti+ Quila -Música en la Memoria

La verdad es que habia escuchado la mayoría de los temas por separado en las sesiones de escucha y ajustes necesarios de las grabaciones en vivo, pero quise escucharlo de punta a cabo para ver que sentía y que comentario me sugería.

Me gusta por varias razones: hay una suerte de itinerario que reconstruyendo el mosaico de la música latinoamericanauna através de una muy buena selección de canciones que abarcan distintos aspectos y períodos que caracterizan a la Nueva Canción y un nivel de ejecucion bastante respetable a nuestros oídos críticos.
Están los temas "provocativos " de la música folk andina que al ser descubierta por nosotros, entonces, nos causaron una tremenda impresion de encuentro con una profunda identidad y en que el conocimiento nuestro de esos nuevos elementos musicales impulsó enérgicamente al movimiento musical en general.
Este período esta representado por "Tinku" ( cantado en Quechua) y "Canto del Cuculí".
Se suman los temas de la ola latinoamericanista provenientes de distintos países donde se enuncian conceptos que distinguen la cualidad de mestizaje e historia común de nuestro continente, donde por cierto nos sentíamos reflejados : "Simón Bolivar" (del autor uruguayo Ruben Lenna), "Oguere" (canto cubano de cultura africana genuino y reflexivo).
De ahí el camino se abrió para otras canciones que afirmaron ese deslumbramiento con composiciones propias de los grupos o de los singulares creadores: "La muralla", "Tatati", que se convirtieron en dos tremendas referencias del movimiento.

La cita a autores fundamentales y fundacionales.De Víctor Jara los temas: "El Arado" (en una versión muy integradora de dos generaciones con "Mecánica Popular" + Inti+ Carlos Quezada) y "El Aparecido" (con todos + Pancho Saso de "Congreso"); "La exilada del Sur" (de Violeta y Manns, interpretada por Los Bunkers + Inti). Todo eso representando el período mas alto, mas popular, la flecha en pleno vuelo pasando ante de nuestros ojos.

Luego estan presentes las creaciones del exilio y sus muchas visiones, "Danza de Calaluna", "Premonición a la muerte de Joaquín Murieta"; los versos fundamentales de Manns en: "La vida Total" y "Palimpsesto" que nos arrastran a todos en su reflexión , la lucha por la sobreviviencia con "Entre morir..." y además cantos por nuestra libertad apoyados en la cultura africana: "Cándidos" y "Canto Negro" (en una versión que corre con total actualidad y gracia con Chancho en Piedra + Quila).
El broche de oro se da con la "Canción Final de La Cantata Santa María de Iquique" con el contenido clásico de nuestras frecuentes tragedias y la consiguiente promesa de que "si quieren esclavizarnos..." frase que se seguirá repitiendo mientras no se resuelvan las condiciones de autonomía e independencia a que aspiran nuestras naciones.

Todo eso en un concierto vibrante y lleno de emociones transmitido por buena parte de sus originales intérpretes, donde están presentes los autores y compositores principales de dichas experiencias grupales y con un resultado de excelente calidad artística.
Con nuestras voces defendemos y cultivamos el derecho a una identidad propia que sea lenguaje del espíritu de nuestra gente y sus designios. Queremos un rostro orgulloso hacia el mundo con la dignidad de quienes dedican las riquezas de la nación para beneficio de sus pueblos.

Finalmente es una expresión de nuestro respeto hacia quienes consideramos nuestros maestros, hacia su honestidad y entrega que en parte ha quedado escrita en estas canciones con estas voces que son parte del canto de Chile.
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domingo, diciembre 25, 2005

Saludo al Maestro "Polo Salinas"

FALLECIMIENTO
HÉCTOR “POLO” SALINAS SOTO

Tenemos el sentimiento de comunicar el fallecimiento de nuestro querido socio Héctor “Polo” Salinas, quien dejó de existir ayer lunes 19 de diciembre, a la edad de 66 años.

El autor, compositor, intérprete y poeta Héctor “Polo” Salinas fue uno de los iniciadores de la Nueva Ola Chilena. Formó parte de bandas de rock desde fines de los años ’50 cuando comenzó como integrante de Los Ramblers, luego siguió con Los Hilos entre los años ’65 al ’70, Gerónimo en la década de los ’80, Morlock de los ’90 y Los Lentes Negros a fines de los años ’90. Sus poesías han sido publicados en diversas revistas de arte con el seudónimo Paul de Salle, y en el año 2004 publicó su primer libro de cuentos y poemas, “Desde el fondo del pozo”.

"La lluvia cae, cae
son mil recuerdos de ti
y mientras siento caer sus gotas
un poema a tus labios creo en ellas oir".

(Quizá su tema más conocido en el repertorio de Los Ramblers).

Conocí al Polo Salinas por el año 1964 cuando, como vecino del Barrio Bellavista , entonces muy tranquilo y sin la vida nocturna de hoy, se ofreció para hacer clases de guitarra a un grupo de jóvenes del barrio que se agregaban a la inarrestable fiebre de la guitarra acústica . Yo fuí invitado por mi tío-chico Oscarín y desde el barrio Brasil me sumé al grupo con mi primera guitarra, un reciente regalo de mi padre.
Polo nos dedicó buenas horas de compartir amistad y aprender el manejo del instrumento. Siempre guardo la impresión que me causaba su manera de pulsar, con sonido pleno y envolvente gracia, su guitarra de sonoridad mas bien grave. Eso y su voz agradable eran una invitación al mundo de la música.

Seguimos todos las clases una vez por semana cubriendo un repertorio que, en base a algunos modelos, fué pasando por los temas en boga en esos años desde el nacimiento del rock.

Ya, entonces, me presentaba en las radios de busca talentos como cantante solista y mi pasión me llevaba a buscar en las disquerías temas para interpretar y estaba con una percepción tan aguda, dada tambien por la necesidad y el breve tiempo que me dejaba disponer el vendedor, que memorizaba rápidamente cualquier tema.
Creo haber sido un alumno inquieto que le preguntaba por los acordes de canciones extrañas. Afortunadamente parecían coincidir nuestros gustos musicales porque Polo enfrentaba estas peticiones como si nada y me satisfacía dándome o descubriendo ahí las claves armónicas de temas no obvios.
De ellas recuerdo "Il nostro Concerto" de Umberto Vindi, tema difícil por su desarrollada armonía que se presentó en el Festival de San Remo por esos años. Otros que me causaban admiración y cierto estremecimiento eran "Okey Corral", "María" del musical West Side Story, "Nathaly" de Gilbert Becaud y tantos otros.

Corrían los años de vuelcos musicales y Polo supo entusiasmarnos también con la bella zamba argentina: "La Nochera" ,que para mi significó una puerta mágica por donde se amarraron mis más profundas inquietudes musicales.
Desde entonces ese mundo de lenguaje más arraigado y más nuestro se convirtió en el mío y está siempre en la base de mis posteriores experiencias como músico de Valdivia , como músico de Inti Illimani y en mis trabajos de creador solista.
Mis agradecimientos al Polo Salinas por sus ventanas de sonidos y su río de canciones y esperanzas.

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